ENTREVISTA CON ADOLFO ATEHORTÚA... Falsos Positivos

Publicado en por DIANA CAROLINA NIÑO Y CLAUDIA OCAMPO

HISTORIADOR, PROFESOR Y EXPERTO EN LOS CONFLICTOS SOCIALES, POLÍTICOS Y ECONÓMICOS EN LA HISTORIA Y LA ACTUALIDAD DE COLOMBIA Y AMÉRICA LATINA.


A.A. Soy titular del departamento de sociales de la universidad pedagógica nacional de donde soy actualmente su director, licenciado en historia de la universidad del valle, magíster en historia en la universidad del valle, doctor en sociología en los altos estudios de ciencias sociales en Paris. He escrito mucho sobre política la violencia y los militares en Colombia, varios textos entre ellos sobresalen el poder y la sangre, las historias de Trujillo Valle, militares otra visión otros estudios, Estado y fuerzas armadas en Colombia. Pero también hago unos textos muy pequeños pensados didácticamente como ¿qué paso en el palacio de justicia?  Las banderas del presidente Uribe.

¿En que otras universidades ha laborado aparte de la universidad pedagógica?

 

¿Qué lo incentiva a escribir a nivel nacional sobre el conflicto?

A.A. Lo que sucede es que yo soy de una generación aquella que salió de la universidad en el año 84 en donde estallaba el proceso de paz de Belisario Betancur, de manera que eso nos llevo mucho a los estudios entorno al movimiento guerrillero, entorno al conflicto político armado y esos estudios se dieron incluso todavía muchos mas animados a raíz de la toma del palacio del y de lo que sucedió finalmente con el proceso,  luego creo que tuvieron mucha reanimación con el proceso constituyente y los acuerdos que se lograron con algunas organizaciones guerrilleras en el gobierno de barco y el gobierno de Gaviria pero igualmente algo que nos movió mucho fue el hecho de que en esos momentos el narcotráfico fuera también algo de la vida diaria, lo sigue siendo algo pero de una manera mas soterrado oculta por lo menos  a nivel de los capos, en ese entonces era todavía mucha mas reconocido y mucho mas a la luz publica con sus acciones ¡NO!. Todo eso llevo a que se creara una generación que fue denominada de violentogolos, algunos ya profesores universitarios de mas edad y otros mas jóvenes que salíamos recién de la universidad y que cogimos un poco ese camino, antes de eso yo era un historiador que apuntaba hacia la independencia más a los temas del siglo XIX pero a raíz del proceso de Betancur y de lo sucedido en el palacio me incline por la historia en el siglo XX y abandone otros tiempos.

 

¿Que son los falsos positivos en el contexto del conflicto armado en Colombia?

A.A. Los falsos positivos son un elemento viejo en la historia del país no somos tampoco el único país en donde esto a existido a sido una costumbre mas o menos inveterada de los cuerpos de seguridad. Crear acusaciones que resultan a la postre falsa para incriminar  a los “indeseables”; entre comillas, de manera que en la historia de Colombia cuando uno examina la situación se encuentra desde vieja data encarcelamientos bajo pretextos no muy claros que terminan siendo simplemente políticos, esos mismos pretextos se utilizaron por ejemplo a finales del siglo XIX para reclutar a los indeseables no eran los falsos positivos propiamente dichos sino que incluso si el alcalde del pueblo quería castigar al novio de su hija lo mandaba a prestar servicio militar, muchas veces era también la manera de quitarse de encima aquel que competía por la muchacha era a través del servicio militar.

En los años 60 algo se hizo muy famoso y es que los agentes de la policía introducían en los bolsillos de los detenidos algunas papeletas de marihuana, como no existía la dosis personal “lo que ocurre hasta hoy” eso inmediatamente enviaba a prisión aquel a quien el policía le introducía en el bolsillo el pequeño, el producto de marihuana o de droga. En los años 60 muchos dirigentes estudiantiles, dirigentes barriales, terminaron prisioneros acusados de portar y consumir  marihuana, estos falsos positivos de todas maneras podríamos decir eran algo inocentes por lo menos no se atentaba contra la vida de las personas etc. Pero luego vinieron las múltiples acusaciones contra los dirigentes sindicales sobre todo a raíz del paro cívico nacional del 77 y la irrupción de organizaciones guerrilleras, sin embargo, de alguna manera los procesos judiciales se seguían en algunas ocasiones como se adelantaban en estado de sitio al volver el régimen ordinario estos prisioneros quedaban en libertad en la mayoría de las ocasiones pero luego se empezaron hacer un poco mas sofisticados y ya no solamente se buscaba la detención de la persona sino que incluso también se empezó a tratar de justificar o legitimar su muerte con lo que hoy se llaman los falsos positivos.

En un principio por ejemplo la fuerza pública negaba cualquier intervención al respecto. Uno de los casos más celebres es el de Jorge Marco Zambrano,  un estudiante de la universidad del valle militante de M19 que fue detenido por la policía de Cali en un asalto bancario, el mostraba a la prensa, al otro día aparece muerto. Lo que exime a la policía es que en la noche le habían dado la libertad y no sabia que había pasado con el muchacho. Jorge Marco Zambrano fue el nombre que incluso tomo el destacamento que asalto la embajada Mexicana, un poco para hacer público internacionalmente este hecho.

Las violaciones a los derechos humanos fueron el pan de cada día a raíz del estatuto de seguridad de Turbay y de alguna manera entonces la fuerza publica intentaba negar todo ese tipo de hechos y de actos como después intento negar la relación que Jaime Pardo Leal  denuncio de la fuerza pública con los grupos paramilitares. Pero empezaron como casos aislados aparecer lo que podríamos llamar la “ley de fuga”; entre comillas, esta por lo menos le fue aplicada a tres miembros de una organización guerrillera que fueron detenidos en los años 60 Francisco Garnica, Ricardo Torres y otro a quienes se les aplico la ley de fuga, es decir echan a correr y resultaban abaleados por la espalda y después resultaba que habían muerto en combate, cuando mucha gente los había visto presos con vida, desde luego, hay otros acontecimientos en los cuales se aplica una muerte en combate que no es real. En el palacio de justicia no solamente guerrilleros murieron en estado de defunción sin que eso los esculpe del acto terrorista que cometieron pero en estado de indefensión fueron prácticamente fusilados como es el caso mismo de Andrés Almaral, hasta donde las investigaciones y la necroxia  permiten afirmarlo, al mismo tiempo algunos rehenes tuvieron también esta misma suerte y se podrían rastrear muchos casos en donde de alguna manera la fuerza publica adoptaba estas situaciones, sin embargo, es con la seguridad democrática del presidente Uribe cuando esto empieza hacer carrera y empieza hacer carrera yo diría porque frente a unos actos monstruosos iníciales el gobierno nacional muestra solidaridad con las fuerzas armadas y entre ellos podemos señalar el caso de los tres sindicalistas de Arauca que fueron asesinados incluso la familia, ante eso lo que el vicepresidente Santos en su momento  dice es que en ningún momento fueron asesinados que estos tres sindicalistas opusieron resistencia  y que cree en la versión de los militares y los defiende a raja tabla. Tres o cuatro años después las investigaciones de la fiscalía concluye que eso, no fue así pero el vicepresidente de la república no se retracta al respecto ni tampoco ocurre nada con el comandante que aculilló las explicaciones.

Otro caso contundente es el de Cajamarca, una familia asesinada por el ejercito en donde el propio presidente de la república se desplaza al lugar y el propio presidente de la república acredita la versión de los uniformados pero luego resulta que las investigaciones comprueban que fue una familia incluso con bebes  masacrados. Algo sucede también el la comuna 14 de Medellín en donde hay muchos actos ilegales  a los que anteriormente en el 85 habían sucedido también en la comuna de Siloé en Cali, muchachos de barrio asesinados a quienes simplemente se les coloca un fusil y aparecen como guerrilleros muertos en combate. Esto se erradita constantemente quizás uno de los casos también más celebres es el de la masacre en San José en el Uraba, que Gloria Cuartas Denuncia y que el mismo vicepresidente y el presidente salen también a desmentir y a señalar incluso que Gloria Cuartas esta colocándose en complicidad con las FARC. Porque la masacre fue cometida por las FARC. Y hablan incluso de que la van acusar  ante la fiscalía por estar difamando al ejercito pero después resulta que le comprueban que en efecto el ejercito si cometió  la masacre en compañía de los paramilitares y los funcionarios que en ese momento salieron a negar la denuncia de Gloria Cuartas no se retractan ni ocurre nada, entonces cuando las fuerzas militares ven que hay unos altos funcionarios del gobierno y del Estado que están dispuestos acolitar sus actos, entonces cada vez mas esos actos van creciendo tomando mas agudeza hasta que llegamos al colmo mas reciente donde se llevaban  muchachos inocentes para masacrarlos a efectos de ponerlos a figurar en una estadística que les permitía cumplir con los cánones de la seguridad democrática, tener algunas prebendas salariales y prestacionales así como permisos y vacaciones disfrutar de ellas, al mismo tiempo justificar la inversión que se esta haciendo en la guerra pero sobre todo ahondando abismos cada vez mas insondables como es el hecho también de llegar atentar contra la misma tropa. El caso de los explosivos que se colocaron aquí que llegaron a lesionar a una buena cantidad de soldados cuando se trasladaba y todo eso resulto ser un falso positivo, es decir, para obtener un premio, un asenso, un renombre, no se detuvieron incluso en atentar contra  la misma tropa. Lo mas increíble del asunto es que como dice la embajada americana no solo las ONG´S sino el mismo gobierno americano del departamento de estado había advertido sobre el crecimiento de los falsos positivos, lo había advertido la ONU con su comisionada que tiene en Colombia y lo habían advertido una serie de investigaciones en la procuraduría y  la fiscalía y sin embargo el Gobierno Nacional se negaba aceptar una verdad que después no tiene otro remedio que admitir, pero quizá demasiado tarde porque ya en la fuerza publica había hecho carrera de una manera vertiginosa esto de los falsos positivos, creo es la vergüenza más grande que pueda tener país alguno Y también es el fracaso más grande que se le puede enrostrar a la seguridad democrática del presidente Uribe.

 

¿Cree en la justicia penal militar?

A.A.  Yo creo que la justicia penal militar debe existir y pienso que es eficaz y necesaria para los asuntos del servicio. Los militares tienen derecho a un fuero especial, es el fuero que los protege cuando están en servicio nadie que no sea un militar puede juzgar a un similar cuando se le acusa de cobardía (inclusive no puede juzgar en ese caso a un militar  cuando se le acusa de cobardía en el combate) Cuando se acusa a un militar de desobedecer las ordenes de su superior pues es un tribunal militar el que debe juzgarlo, cuando un centinela se queda dormido en su deber de vigilar una guarnición militar pues por su puesto que es la justicia penal militar la que  debe hacerse cargo del asunto  porque nadie mejor que ellos conocen el asunto y además hay que reconocerles un fuero que ellos tienen no solamente de conocimiento sino de enfrentarse a su propia justicia pero lo que sucede en Colombia es que la justicia penal militar se hizo extensiva en algunas veces por leyes especiales, en otras veces por costumbre o en otras veces por simple decisión del poder civil  incluso judicial, se hizo costumbre repito que los actos por fuera del servicio cometidos por lo militares fueran también juzgados por ellos y en ese sentido la justicia penal militar mantuvo históricamente una solidaridad de cuerpo con sus miembros de tal manera que termino exculpándolos de masacres y de casos en los cuales la justicia ordinaria  indudablemente tenían todas la pruebas habidas y por haber.


A.A.
Antes de la pedagógica en donde llevo ya 7 años, trabaje cerca de 8 años en la Universidad del Valle y 13 años en la universidad javeriana de Cali. Lo que sucede es que yo soy de una generación, aquella que salió de la universidad en el año 84 en donde estallaba el proceso de paz de Belisario Betancur, de manera que eso nos llevo mucho a los estudios entorno al movimiento guerrillero, entorno al conflicto político armado y esos estudios se dieron incluso todavía muchos mas animados a raíz de la toma del palacio  y de lo que sucedió finalmente con el proceso,  luego creo que tuvieron mucha reanimación con el proceso constituyente y los acuerdos que se lograron con algunas organizaciones guerrilleras en el gobierno de Barco y el gobierno de Gaviria pero igualmente algo que nos movió mucho fue el hecho de que en esos momentos el narcotráfico fuera también algo de la vida diaria, lo sigue siendo, pero de una manera más soterrado oculta por lo menos  a nivel de los capos, en ese entonces era todavía muy reconocido y mucho más a la luz pública con sus acciones ¡NO!. Todo eso llevo a que se creara una generación que fue denominada de Violentogolos, algunos ya profesores universitarios de más edad y otros mas jóvenes que salíamos recién de la universidad y que cogimos un poco ese camino, antes de eso yo era un historiador que apuntaba hacia la independencia más a los temas del siglo XIX pero a raíz del proceso de Betancur y de lo sucedido en el palacio me incline por la historia en el siglo XX y abandone otros tiempos.Los falsos positivos son un elemento viejo en la historia del país no somos tampoco el único país en donde esto a existido a sido una costumbre mas o menos inveterada de los cuerpos de seguridad. Crear acusaciones que resultan a la postre falsa para incriminar  a los “indeseables”; entre comillas, de manera que en la historia de Colombia cuando uno examina la situación se encuentra desde vieja data encarcelamientos bajo pretextos no muy claros que terminan siendo simplemente políticos, esos mismos pretextos se utilizaron por ejemplo a finales del siglo XIX para reclutar a los indeseables no eran los falsos positivos propiamente dichos sino que incluso si el alcalde del pueblo quería castigar al novio de su hija lo mandaba a prestar servicio militar, muchas veces era también la manera de quitarse de encima aquel que competía por la muchacha era a través del servicio militar.
Para estar informado de los últimos artículos, suscríbase:
Comentar este post
M
Tema de gran interes a nivel Nacional, además es interesante conocer a Violentologos y Expertos Colombianos del conflicto interno.
Responder